martes, 19 de noviembre de 2013

ULCERAS POR PRESIÓN O ÚLCERAS DE DECÚBITO

Las úlceras por presión (UPP) o úlceras de decúbito son la consecuencia de una lesión tisular en cualquier punto del cuerpo, como consecuencia de una disminución de oxígeno y nutrientes producida por una presión o fricción prolongada.
Desde el punto de vista fisiopatológico se producen como resultado de una presión sostenida en algún punto de la piel, en aquellas áreas anatómicas en las que ésta se apoya sobre un plano óseo poco almohadillado por la grasa subcutánea.
No obstante, una úlcera por compresión es también la provocada por una férula de yeso incorrectamente aplicada en un paciente ambulatorio. 
Es un problema más frecuente en ancianos y en personas encamadas y con dificultad de moverse por sí mismas, y que deteriora en gran medida la calidad de vida de las personas que las sufren.

Etiopatogenia:
Una compresión que supere la presión capilar normal (que oscila entre 6 y 32 mm Hg) conllevará isquemia.
La grasa y el tejido muscular son más susceptibles que la piel a la isquemia, por este motivo una lesión diminuta en la piel puede ocultar una lesión más profunda y extensa.
Las úlceras por decúbito se producen como resultado de una serie de factores mecánicos entre los que se encuentran:
a)      Fuerza de presión: presión circunscrita mantenida sobre una zona de la piel como consecuencia de la gravedad. Se provoca aplastamiento tisular entre dos planos, es decir la piel y una superficie externa (cama, sillón…). El simple peso del cuerpo en personas encamadas,  con escasa movilidad, puede provocar la aparición de úlceras por presión.
b)      Fuerza de fricción: se produce al deslizarse dos superficies adyacentes ocasionando estiramiento de los vasos sanguíneos con lo que se favorece la isquemia. Ocurre en personas sentadas que se deslizan hacia el suelo o en personas encamadas que se deslizan hacia los pies de la cama porque tienen elevada la cabecera. El área más vulnerable es la zona sacra.
c)      Fuerza de rozamiento: es una fuerza que combina los efectos de presión y fricción tangencial aplicada sobre la piel al deslizarse sobre una superficie con la que contacta (sábana, vendaje…). Por ejemplo la posición de Fowler (paciente semisentado, formando un ángulo de 45º con las piernas están ligeramente flexionadas y los pies en flexión dorsal) puede provocar fricción en sacro y presión sobre la misma zona.

Factores de riesgo:
-          Extrínsecos: Humedad (puede aumentar la fricción entre dos superficies y provocar maceración. Es frecuente en la incontinencia urinaria y fecal), cuidados insuficientes (falta de cambios posturales).
-          Intrínsecos: Edad, incontinencia, disminución de la sensibilidad dolorosa (paraplejia), malnutrición (hipoproteinemia), bajo nivel de conciencia.

Localización.
Normalmente se producen en los puntos de apoyo del cuerpo coincidentes con las prominencias óseas. Si el paciente se encuentra en decúbito supino las UPP aparecen en occipucio, omóplatos, codos, sacro y talones. Si el paciente se encuentra en sedestación las UPP aparecerán en el sacro.

Clínica:
Puede aparecer desde una zona de eritema invariable a pesar de ejercer presión y ser muy dolorosas, a la aparición de ampollas de líquido negruzco y con menos dolor.
Si se infectan puede haber esfacelos, tejido necrótico por debajo de la ampolla y si la lesión ha alcanzado planos profundos no suelen producir dolor.
Clasificación de las UPP (Estadios):
-          Estadio I: Piel íntegra con eritema (enrojecimiento) que no desaparece a los 30 minutos de aliviar la presión debida a una respuesta inflamatoria aguda limitada a epidermis.
-          Estadio II: La respuesta inflamatoria se extiende a través de la dermis hasta la unión con la grasa subcutánea. Existe pérdida parcial del tejido cutáneo que puede afectar a epidermis, dermis o ambas. Puede haber vesículas y flictenas (ampollas).
-          Estadio III: Pérdida de tejido cutáneo con afectación o necrosis del tejido celular subcutáneo (escara) que puede extenderse hasta la fascia muscular pero sin atravesarla. Se presenta en forma de cráter profundo siempre que no está cubierta por tejido necrótico.

-          Estadio IV: Pérdida total del espesor cutáneo con destrucción extensa, necrosis tisular o lesión del músculo, hueso o estructuras de soporte, como tendones o cápsula articular. Presenta lesiones con cavernas o trayectos sinuosos.

1 comentario:

  1. Muy interesante post. Me ha parecido interesante ller sobre úlceras por presión en un blog de podología ya que, efectivamene, en muchas ocasiones afectan a los pies. Por mi trabajo, visito a menudo residencias para personas mayores, y estoy convencido de que todo lo que apunte hacia una prevención y tratamiento de las úlceras (o nafras) en ancianos ayudaría mucho al cuidado de los residentes. Gracias por dar la información de forma esquemática y fácil.

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